martes, 7 de octubre de 2008

Córdoba: III Jornadas Nacionales De Prácticas Y Residencias En La Formación Docente

La Cátedra de Práctica Docente y Residencia de la Facultad de Filosofía y Humanidades (Universidad Nacional de Córdoba), junto con el Instituto Superior de Formación Docente "Carlos Alberto Leguizamón", el Instituto Superior de Formación Docente "Renée Trettel de Fabián" y la Escuela Normal Superior "Agustín Garzón Agulla", organizan para los días JUEVES 13, VIERNES 14 Y SÁBADO 15 DE NOVIEMBRE las III Jornadas Nacionales de Práctica y Residencias en la Formación Docente.

Son algunos objetivos de esta actividad:
- Debatir políticas actuales en Educación Superior y Formación Docente
- Socializar y debatir experiencias e investigaciones
- Promover la difusión y sistematización de propuestas no documentadas
- Propiciar el análisis de aportes teóricos y metodológicos
- Contribuir a la consolidación de la Red Nacional de Formación Docente

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Informes: TE 0351 4334073 / practicasyresidencias@gmail.com

domingo, 14 de septiembre de 2008

REUNIÓN DEL ÁREA ESPECIALIZADA: "TOMA DE DECISIONES"






Estas fotos fueron tomadas el día viernes 12/09 durante la reunión del Área Especializada. No son muy buenas las tomas pero vale tener un recuerdo de ese momento de intensiva tarea!!

martes, 22 de abril de 2008

Proyecto de Área Especializada PEI - Silvia Lapuente

Algunos detalles que hacen al proyecto

Toda cosa que se dice,

siempre dice algo de quien lo dice.

Jorge Antar

Soy una convencida que todo producto puede “apreciarse mejor” si se conoce el contexto en el que fue producido.

Mi nombre es Silvia Susana Lapuente, y mi recorrido de formación se inició cursando las carreras de Profesora en Educación Preescolar y Maestra Normal Superior.

Luego de 15 años de ejercicio como Maestra Jardinera y dos o tres años como Profesora de Prácticas en el Nivel Terciario comencé el Profesorado en Ciencias de la Educación obteniendo el título en el año 2002.

Trabajé en cargos directivos de Jardín de Infantes durante 6 años y no hace todavía un año que he vuelto al Nivel Terciario con dedicación exclusiva.

Cada vez que me dispongo a la escritura trato de registrar las primeras impresiones que me produce el problema a resolver. En este caso: “la presentación de un proyecto pedagógico para el área”

¿Qué significa “un proyecto pedagógico para el área”?

En realidad estoy convencida que un proyecto para el área se hace con los integrantes del área… proyecto me remite a colectivo…

Pero, por otro lado, comparto la idea de presentar un proyecto… Comparto la idea de conformar una comisión para su evaluación… Seguramente en ese proyecto se visualizará el posicionamiento del interesado, la “lectura” que hace de la situación, la propuesta para “andar”, en fin… se verá que piensa hacer desde ese lugar que desea ocupar…

Pensaré entonces en “ese lugar”…

¿Qué función se le asigna en el Diseño Institucional?

“Funciones de los Jefes de Áreas:

Sus funciones tendrán tres líneas de trabajo diferenciadas pero vinculantes:

a) Constituir el Consejo Directivo de la Institución junto con el Director y los coordinadores de formación inicial, extensión e investigación de ambas carreras.

b) Coordinar, asesorar, monitorear y evaluar las acciones y tareas de los docentes que integran sus respectivas áreas.

c) Articular acciones curriculares de Formación Inicial, Extensión e Investigación con los respectivos coordinadores.”[1]

Se me va aclarando… lo que tengo que hacer es un proyecto para la jefatura del área…

Presentaré entonces, un proyecto que de cuenta de lo que pienso, de las cosas en las que creo sobre las cuestiones que, a mi entender, competen a la tarea de esta jefatura.


Proyecto para la jefatura del Área Especializada

Veo - veo… ¿qué ves?.

Varios son los temas, aspectos, cuestiones que considero dignas de atención.

El orden en que se presentan no pretende ser una jerarquización, sino simplemente una “lectura personal” que será necesario enriquecer, discutir e interpelar al interior del colectivo que constituye dicho espacio institucional.

En lo que se refiere al Consejo Directivo:

Imagino que formar parte del Consejo Directivo implica como tarea más relevante participar de los debates sobre políticas institucionales.

Durante el corto tiempo que llevo en la institución hay decisiones que considero responden a la política institucional y que valoro muy positivamente:

ü Promover la construcción del marco necesario para la conformación del Consejo Directivo Ampliado.

ü Gestionar y acompañar el Análisis Institucional.

ü Propiciar la toma de decisiones de manera participativa (Comisiones para la evaluación de proyectos, organización del curso de ingreso).

ü Reactivación de la función de las jefaturas.

ü Socialización de las acciones de extensión.

Agregaría como tema pendiente la necesidad de encontrar un modo de socializar la tarea de deliberación y toma de decisiones al interior del Consejo.

En lo que se refiere a la jefatura:

Diría que es un lugar a construir o más bien a re-construir en las nuevas condiciones históricas que se transitan institucionalmente: la implementación de un nuevo plan de estudios.

El nuevo plan, ha dado sus primeros pasos… sus primeros egresados… en lo curricular hoy es tiempo de afianzamiento, de consolidación, de enriquecimiento, de profundización…

En lo institucional es tiempo de reconstrucción… ¿Qué tipo de jefatura demanda este nuevo currículo? ¿Qué expectativas tienen los Profesores? ¿Cuáles son las condiciones de posibilidad para el cumplimiento de las funciones explicitadas?

Hablar de área, es delimitar un espacio institucional que nuclea a determinadas sujetos: Profesores del Área y Jefe de Área.

Serán esos sujetos los encargados de construir “un proyecto pedagógico para el área”.

Estoy convencida que en el principio de cualquier proyecto colectivo, están los sujetos y sus ideas. Expresar las ideas, las adhesiones, es todo un trabajo, lleva un tiempo, y constituye en si mismo un aprendizaje...

Este es, a mi entender, el corazón del tema. Si no vemos a este grupo de sujetos como un cruce de subjetividades que tienen convicciones, creencias, expectativas y supuestos, resulta casi imposible concretar un proyecto que sea “sentido”.

El mejor proyecto es aquel que el grupo sea capaz de construir, sostener, revisar y redefinir en una tarea fundada en el compromiso y la responsabilidad.

El grupo debate, estudia, analiza y construye en la tarea un “marco conceptual referencial” cuya característica de provisoriedad permitirá someterlo a crítica permanentemente a fin de permitir la toma de decisiones informadas en función de los fines y la direccionalidad que se desee dar a la acción. El dispositivo que posibilita la tarea es fundamentalmente el diálogo, la comunicación.

El trabajo en equipo implica la división de tareas, el jefe realiza una tarea diferente de los profesores, es una tarea complementaria con la de los demás integrantes del equipo.

En lo que se refiere al área :

Desde las definiciones del Diseño Institucional, los espacios curriculares que constituyen el área: Lectura de la Práctica I, Lectura de la Práctica II, Prácticas docentes para el Nivel Inicial (Jardín Maternal y Jardín de Infantes). (Cuadro de Distribución de las horas de actividad académica de formación docente) guardan una relación más estrecha con el Recorrido de la Formación para la Práctica Docente que con el área de Formación especializada:

“Área de la Formación Especializada: incluye contenidos que permiten al futuro docente comprender las características particulares de sus futuros alumnos, considerando su proceso de desarrollo y sus modalidades de aprendizaje, en relación con contextos socioculturales específicos y los requerimientos propios del nivel básico de la enseñanza.”[2]

“Recorrido de la Formación para la Práctica Docente: Se organiza transversalmente, articulando las tres Áreas de la Formación, a partir de contenidos y competencias referidas a la práctica docente (la que a su vez incluye saberes referidos a la investigación educativa), como componentes esenciales del desempeño profesional.”[3]

Esto da cuenta de la necesidad de darle al área una identidad, necesidad que podrá resolverse en la búsqueda cooperativa de las particulares problemáticas que la atraviesan.

Se consideran ejes necesarios de análisis:

ü Articulación conceptual y metodológica horizontal entre los distintos espacios curriculares del área.

ü Articulación conceptual y metodológica vertical entre los distintos espacios curriculares del área: secuencialidad y complejidad creciente.

ü Conocimiento amplio de los ejes conceptuales que se trabajan en los espacios curriculares de otras áreas dada la transversalidad del área de referencia.

ü Construcción de los marcos conceptuales y metodológicos para el desarrollo de las Prácticas Docentes de Nivel Inicial (Jardín Maternal y Jardín de Infantes) y socialización de los de Lectura de la práctica I.

ü Evaluación de los desarrollos curriculares realizados bajo el nuevo plan de estudios, incorporando la mirada de la primera cohorte de egresados y de las instituciones en las que han actuado u están actuando dichos alumnos.

ü Acuerdos interinstitucionales: construcción y socialización de los ya existentes.

ü Revisión de los criterios de evaluación y acreditación.

ü A más largo plazo: construcción de espacios de investigación sobre la práctica.

El gran tema de los espacios curriculares que componen el área, es la relación teoría práctica y en ese sentido considero que la función principal está unida a la puesta en cuestión de los esquemas interpretativos y las matrices de aprendizaje construidas por el docente en formación a lo largo de su recorrido por el sistema y en su propia experiencia como sujeto social.

Claro es que “poner en cuestión” requiere de actividades curriculares que permitan la relación, transferencia, interrelación y correlación entre el currículo de formación y la realidad, que sean desarrolladas desde el inicio de la formación y con la misma complejidad creciente que desarrolla la formación, incluyendo instancias de acción y análisis reflexivo.

Será necesario lograr una apertura multidimensional de la realidad social y educativa y una apretura de los sentidos para profundizar su análisis.

Adhiero, entonces a lo expresado en el Diseño Curricular:

“Se piensa en prácticas reflexionadas, a partir de una perspectiva pluri y multidimensional, sostenidas con el trabajo en los espacios de integración curricular a través de la interacción dialéctica entre las observaciones y vivencias experimentadas en las salidas de campo y el análisis de materiales teóricos aportados que permitan la apropiación de nuevas herramientas conceptuales; acompañando el proceso de sustitución y constitución de la identidad de: “Sujeto que aprende” a “Sujeto que enseña” y promoviendo la construcción y fortalecimiento de las autonomías individuales para el desenvolvimiento en el ámbito institucional y áulico” (Prácticas docentes de Nivel Inicial)

“…proponemos en consecuencia un abordaje que permita al alumno desarrollar estrategias y herramientas para interpretar la realidad en la multiplicidad de dimensiones que interaccionan en la cotidianeidad de la labor docente.” (Lectura de la práctica I)

“Se hace necesario construir un clima que posibilite abrir a una actitud de indagación en profundidad, reconstruyendo y buscando la compresión de situaciones a partir de un trabajo teórico, analítico e interpretativo.” (Lectura de la práctica II)

Difícil, pero… ¿imposible?

ü Generar un espacio de discusión y debate acerca del sentido y la función de las jefaturas en el actual marco institucional.

ü Promover la participación activa de los docentes en el análisis del recorrido curricular de la formación inicial (en el área de referencia) en la búsqueda de profundizar articulaciones conceptuales y metodológicas.[4]

ü Definir formas de organización que posibiliten el sostenimiento la fluida circulación de la información institucional.

ü Fortalecer formas de trabajo pertinentes para la socialización de acciones realizadas en los distintos espacios curriculares.

ü Evaluar los desarrollos curriculares realizados bajo el nuevo plan de estudios, incorporando la palabra de todos los actores.

ü Estimular acciones de innovación y deliberación curricular institucional.

¡Manos a la obra!

Sin lugar a dudas el diálogo democrático deberá ser la herramienta fundamental, pero estoy convencida que no es el jefe de área quien garantiza dicho diálogo sino la acción conjunta de todos los integrantes comprometidos críticamente con los objetivos que como grupo seamos capaces de compartir mediados por el debate y la discusión franca de las ideas.

Desde hace unos años he hecho propia una definición de Ramón Flecha acerca del diálogo igualitario que me moviliza práctica y teóricamente en la búsqueda… “El diálogo es igualitario cuando considera las diferentes aportaciones en función de la validez de sus argumentos, en lugar de valorarlas por las posiciones de poder de quienes las realizan” [5]

Mucho más recientemente he agregado a mi libreta ¿o libreto? personal algunas ideas que plantea Nicholas C. Burbules de las que transcribiré un párrafo, a mi entender muy significativo en este contexto: “…el diálogo es una relación comunicativa simbiótica entre iguales, que exige un compromiso tanto emocional cuanto cognitivo. Parta poder llegar a un buen resultado, el diálogo genuino se sustenta en una inteligencia cognitiva, pero también en los sentimientos recíprocos de interés, confianza, respeto, aprecio, afecto y esperanza de los participantes. Como actividad humana de larga tradición, encarna y exige además un conjunto de virtudes que incluyen la tolerancia, la paciencia, la apertura, la mesura y la disposición a escuchar, con las que se habilita al otro para que hable.”[6]

Acciones previstas:

ü Reuniones con los Profesores del área o con los Profesores involucrados con el tema

convocante.

ü Entrevistas formales e informales con los integrantes del área.

ü Participación activa en todos los ámbitos institucionales que lo requieran.

ü Sistematización de lo actuado en las distintas instancias de trabajo del área o de nivel

institucional.

Con el andar del tiempo…

ü Socialización del presente proyecto.

ü Debate acerca del sentido y la función de la jefatura.

ü Socializacón de las propuestas curriculares.

ü Relevamiento y delimitación de problemáticas significativas.

ü Construcción de propuestas.

ü Puesta en acto de las propuestas.

ü Nueva socialización.

ü Evaluación (anual y de cierre al finalizar el período de jefatura)

Para la toma de decisiones informadas.

Se propone la evaluación como instrumento que posibilite la toma de decisiones contextualizadas tendientes a acortar la distancia entre el estado de situación actual y aquel que se desea.

Coherente con los distintos planteos del proyecto, dicha evaluación deberá dar cuenta de la expresión de todo el equipo de docentes involucrados en relación a los propósitos y a las acciones que el proyecto explicita. Un lugar especial merecerá la “función y el sentido respecto de las jefaturas” que pueda articularse en el cruce de las expectativas de los integrantes y las posibilidades reales del ejercicio de la jefatura.

Se consideran indicadores de evaluación:

ü Los cambios que se operen con relación a los planteos considerados necesarios de análisis.

ü La cantidad y calidad de participación de los docentes.

Para finalizar…

Volvamos al principio: Toda cosa que se dice,

siempre dice algo de quien lo dice.

Jorge Antar

Silvia Susana Lapuente




[1] Diseño Curricular Institucional I.F.D. Nº 13

[2] Idem 1

[3] Idem 1

[4] Participación: Vocablo que se refiere a actos deliberados y concientes por los que distintos actores sociales procuran ser protagonistas de los procesos que les conciernen.

[5] Flecha Ramón “Compartiendo palabras. El aprendizaje de las personas adultas a través del diálogo” (Pag. 14) Ed. Paidós.

[6] Nicholas C. Burbules “El diálogo en la enseñanza. Teoría y práctica” Amorrurtu Editores